Este llamativo reptil marino es uno de los representantes más
antiguos del grupo de los plesiosaurios. Vivió desde el Triásico
Superior (hace unos 203 Ma) hasta el Jurásico Inferior (hace
unos 200 Ma) en lo que hoy es Europa. Sólo se conoce esta
especie dentro del género Thalassiodracon, que etimológicamente
significa dragón del mar.
Los plesiosaurios fueron los animales acuáticos más grandes de
su tiempo, con una longitud mínima de 2 m. La presencia de
restos de ammonites y belemnites en sus estómagos fosilizados
nos indica cuál era su dieta. Su morfología es muy
característica: un cuello alargado con un cráneo relativamente
grande, una cola corta y cuatro extremidades en forma de aletas
para desplazarse con agilidad por el agua.
El primer espécimen de plesiosaurio fue descubierto en 1821 por
Mary Anning cerca de Lyme Regis (Inglaterra). El supuesto
monstruo del Lago Ness, en Escocia, se representa con frecuencia
como un plesiosaurio, si bien no hay evidencia científica de su
existencia.
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